Gracias a los avances oftalmológicos podemos evaluar de los vasos de la retina. Esto es muy útil en el diagnóstico inicial de la hipertensión arterial, pues ofrece información para pronosticar los factores de riesgo del paciente y asignar un tratamiento adecuado. El fondo de ojo es el método más común, pero debido a las condiciones especiales que requiere a menudo no se aplica. Este trabajo propone la retinografía como una alternativa efectiva.

Cuando se diagnostica a un enfermo una hipertensión arterial, el médico hace una historia clínica detallada, practica una exploración física y realiza una serie de pruebas complementarias (una analítica completa y un electrocardiograma).

La historia permite determinar los factores de riesgo del enfermo (el tabaco, la obesidad o los antecedentes familiares de haber sufrido una enfermedad cardiovascular son algunos ejemplos); con la exploración se descartan otras causas de la hipertensión, y las pruebas complementarias permiten saber si el efecto de una presión alta ha llegado a lesionar órganos internos (básicamente el corazón, el riñón o los vasos de la retina).

El médico puede explorar el fondo del ojo con un lote especial y ver si hay lesiones en los vasos de la retina ocasionados por la hipertensión arterial. A pesar de ello, practicar un fondo de ojo es complicado porque para hacerlo se requiere tiempo y unas condiciones de luz y espacio muy difíciles de alcanzar en las consultas de los médicos familiares, razón por la cual habitualmente no se realiza.

La retinografía o fotografía de la retina se obtiene mediante un equipo formado, entre otros elementos, por una cámara fotográfica que permite tomar imágenes del fondo del ojo y ver si los vasos de la retina se han visto afectados por la presión alta. Es una técnica no invasiva, accesible, no excesivamente cara y que puede ser realizada por el personal sanitario con entrenamiento mínimo. No es dolorosa, no requiere la administración de fármacos y se puede realizar en pocos minutos.

Una vez que se obtiene toda esta información (los factores de riesgo del paciente, la exploración física y las pruebas complementarias), y junto con las cifras de la presión arterial del enfermo, el médico puede predecir el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular a 10 años vista y, en función de este riesgo, recomendar un tratamiento más o menos agresivo.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies