El cuidado de los ojos es importante a lo largo de la vida, poner gafas de sol, no pasar demasiado tiempo frente al televisor o el ordenador, realizar revisiones periódicas etc,.. pero cuando cobra mayor importancia, es durante la infancia.
Las revisiones oculares son fundamentales para la prevención, diagnóstico y tratamiento de cualquier patología que precise una posterior cirugía refractiva
.
Por ello durante la infancia y hasta que el niño alcance los ocho años de edad, es recomendable una revisión anual completa de la vista en la que se realice un examen ocular completo por parte del especialista para poder evaluar el segmento anterior y posterior del globo ocular, detectando posibles defectos de refracción y en el que se valore el estado de la motilidad ocular para descartar la presencia de posible patologías oculares como el estrabismo o la miopía. Posteriormente, y hasta los dieciocho años de edad, es recomendable una revisión bianual.
Entre las principales patologías que se presentan en los niños y niñas de estas edades podemos destacar los defectos de refracción, ya sea hipermetropía, miopía o astigmatismo, anomalías estructurales oculares como el coma congénito, la catarata congénita y opacidades corneales y el estrabismo.
Debemos tener en cuenta que cuanto más precoz sea el diagnóstico más eficaz va a ser el tratamiento y mejor el pronóstico, ante una posible cirugía refractiva posterior.
