Las lentes de sol baratas son muy atractivas al bolsillo, pero desde el punto de vista de la salud, pueden acabar con nuestra visión. Algunas de las gafas que se venden en mercadillos no protegen la vista y pueden aumentar el daño.
Las gafas de sol oscuras crean un efecto de cámara oscura que dilata la pupila y, al carecer de filtros para rayos ultravioletas, provocan un efecto negativo en la vista. Los rayos ultravioleta afectan a la piel y a los ojos, produciendo desde una irritación hasta tumores malignos. Los niños también deben usar gafas de sol adecuadas cuando estén en la piscina o se encuentren en lugares expuestos a la radiación ultravioleta. La irradiación solar requiere de una máxima protección en todas las edades, pero sobre todo a los niños y a las personas mayores, como recomienda toda clínica oftalmológica.
A la hora de elegir las lentes de sol, también se debe tener en cuenta la coloración de la lente, ya que hay que saber diferenciar entre las gafas de sol para la nieve y las que se usan para la arena, ya que la radiación es diferente. Gran parte de los rayos ultravioleta son filtrados por la capa de ozono y por la atmósfera. Las gafas de sol deben ser adquiridas en una óptica o clínica oftalmológica porque están hechas con los filtros de rayos UV adecuados. A la hora de comprar unas lentes solares, es muy importante que valoremos algunas características como que por ejemplo las lentes deben tener constancias de protección UVB, UVC, entre los 290 y 320 nm.
La Organización Mundial de la Salud señala que la radiación ultravioleta es parte del espectro electromagnético emitido por el sol. Mientras que los rayos UVC, con longitudes de onda entre los 100-280 nm, es absorbida por el ozono en la atmósfera, la mayor parte de los rayos UVA y cerca del 10% de los rayos UVB llegan a la superficie terrestre.
Las consecuencias para la vista de las gafas de sol de imitación
