Millones de personas en el mundo sufren hoy día de fatiga visual crónica. La causa más común son las largas horas que los empleados pasan frente a su ordenador, más el tiempo que emplean en sus casas a mirar otras pantallas, como las de sus smartphones, tablets o televisores, teniendo que acudir a alguna clínica oftalmológica para paliar este problema.

Casi todos conocemos los perjuicios que pueden traer la reiteración del uso prologando de estos dispositivos. Los más frecuentes suelen ser los trastornos visuales y trastornos del sueño. Sin embargo, nadie pone remedio para evitar lo que se produzcan. También es cierto que no es fácil. Si tu trabajo te exige estar 8 horas frente a un ordenador no puedes hacer mucho contra eso. La gente ha llegado incluso a acostumbrarse a esas terribles cefaleas y migrañas que les producen las luces led que emiten las pantallas.

Pero no deberíamos acostumbrarnos a forzar nuestros ojos ante estos dispositivos ni a sufrir dolores de cabeza y afecciones en nuestra visión por los mismos. El problema con estos dispositivos es que no se tuvo en cuenta el impacto que tendrían en la salud visual, sólo se consideró que estuvieran diseñados para ahorrar energía, según explican los investigadores.

Nuestra visión se conformó a partir de la luz que proviene del sol y la luna, que es absolutamente diferente a la que producen las nuevas tecnologías. La luz solar tiene un espectro de iluminación plano, y su intensidad resulta similar en el color de todo el espectro visual. La iluminación artificial moderna tiene un espectro de iluminación con máximos y mínimos en partes del espectro visible, que pueden resultar nocivos para nuestros ojos. Además, la luz solar no varía en el tiempo mientras que, por el contrario, la luz artificial a menudo oscila y parpadea, pudiendo producir estímulos neurológicos.

Para evitar esto, nuestro modesto consejo sería el que empecéis a utilizar los filtros para las pantallas de los dispositivos que usáis a diario. Estos filtros, acondicionan el espectro de luz y ayudan a reducir la fatiga visual, las cefaleas y las migrañas.

La gente a menudo se siente reacia a utilizar estos filtros, pues piensan que no surtirán efecto, pero la realidad es que resultan muy positivos, sobre todo en personas con enfermedades visuales que tienden a forzar la vista, como, por ejemplo, personas con miopía, hipermetropía y astigmatismo.

Además de esto, existe una aplicación gratuita llamada BlueLight Filter. Esta aplicación está pensada para aportar descanso ocular, ya que reduce el brillo de nuestras pantallas aplicando un ligero filtro, que hace que nuestros ojos no se expongan directamente a la luz azul que emiten nuestros dispositivos electrónicos.

La salud visual depende en gran medida de la atención que le prestemos a nuestros ojos día a día, y está en nosotros evitar ciertos hábitos o llevar a cabo ciertas medidas para perpetuar nuestra correcta salud visual.

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